PRENSA DEL TERROR

03.09.2015 14:51

  

    

TRANSITO DEL PERIODISMO INFORMATIVO AL PERIODISMO DE MANIPULACIÓN: ¿LA RADIO, INSTRUMENTO DE AGITACIÓN POPULAR CONTRA EL DESARROLLO DEL PAÍS?

 

Por Josue Castro * Sociólogo y escritor

(Escrita en agosto del 2012)

 

1. INTRODUCCION

 

Es imposible negar que nuestra sociedad esté experimentando una metamorfosis ocasionado por múltiples intereses insanos, cuya incidencia en el desarrollo del país será determinante. Los fenómenos socioambientales que sufrimos hoy a lo largo y ancho del país, son la expresión más clara de estos cambios, donde los Medios Masivos de Comunicación están jugando un papel fundamental, esto en la construcción de la CONCIENCIA SOCIAL, o aquello que la Sociología designa como el Imaginario Social. Arequipa no es ajena a esta tendencia. Es posible que los medios de comunicación y, en especial la radio, estén jugando en el equipo contrario al desarrollo, convirtiéndose así en obstáculos peligrosos del progreso de nuestro país.

 

Ya lo había denunciado el sociólogo José Luis Vargas en su ensayo (entre la mediación y la provocación, movimientos sociales y privilegio de los conflictos en los medios de comunicación del sur peruano), donde explicaba que las encendidas protestas del arequipazo en el 2002, y la protesta contra el alza del pan y los combustibles en el 2007, eran consecuencia de interminables sesiones de agitación violentista que inculcaban algunos irresponsables periodistas de las emisoras locales en aras de consolidar su popularidad.

 

En ese mismo sentido, es un secreto a voces que las emisoras de la ciudad de Arequipa han sido asaltadas por agentes del fantasma del socialismo, que disfrazados de periodistas azuzan a la violencia a la población, utilizando para estos propósitos muchos elementos de seducción. Es decir, detrás de un seudoperiodista hay un soporte ideológico que orienta el discurso periodístico que carcome las conciencias de los radioescuchas. Lo indignante es que estos seudoperiodistas (periodistas o no) incitan a la población a reclamar sus derechos, a protestar, a luchar por la defensa de la patria, etc., etc.; pero cuando el pueblo inducido sale indignado a protestar y llega el momento la represión de las fuerzas del orden (palo, humo, perdigones, balas), los valientes seudoperiodistas se meten bajo la cama y no se hacen responsables por los heridos ni los muertos, personas que indirectamente ellos enviaron como carne de cañón mediante sus sesiones de agitación; a esta conducta deplorable es al que denomino “periodismo del terror”.

 

2. USO Y ABUSO DEL MICRÓFONO EN LAS EMISORAS DE AREQUIPA

 

Hoy ya no podemos hablar de MEDIOS DE INFORMACIÓN, sino de MEDIOS DE MANIPULACIÓN, pues los medios masivos de comunicación y, en especial las emisoras, que son objeto de nuestro análisis, se han convertido en verdaderos instrumentos de intoxicación mental. El micrófono ha pasado a ser el arma letal por el que día a día petardea un Seudoperiodista quejoso, ignorando los profundos daños que puede causar su discurso. Estos locutores irresponsables, tanto de emisoras de la FM como de la AM, son cultores de los resentimientos más crudos que subyacen en nuestra sociedad, resentimientos producto de las diferencias de socioeconómicas, de origen y de pensamiento.

 

Hoy se ha convertido el derecho de la libertad de expresión en el libertinaje de expresión, donde periodistas y oyentes, frustrados o no, pueden despacharse contra cualquiera y no pasa nada. Atrás quedó el pudor, el recato y el respeto a la honra; ahora reina la procacidad y el odio. Atrás el periodista ilustrado; ahora tenemos al que hace bulla. Atrás el intelectual de la prensa; hoy es el día del que rebuzna. ¿Por qué se ha degradado tanto el valor de informar? Pero también cabe las preguntas: ¿Acaso el seudoperiodismo que hoy se practica guarda relación con los resentimientos, las fobias y las represiones de la población? ¿Acaso estos seudoperiodistas han descubierto el “Punto G” de la frustración popular y ahora buscan excitarla hasta hacerla explotar en protestas de violencia? Lo cierto es que estos locutores, aunque parezca mentira, gozan del reconocimiento popular e incluso de admiración; ello puede comprobarse a través de los sinceros elogios que sus oyentes les tributan en las sesiones de agitación.

 

3. LAS LÍNEAS TELEFÓNICAS RADIALES, ¿NUEVOS CANALES DE EXPRESIÓN?

 

La mayor virtud de los “periodistas del terror” es, sin duda, su amplitud democrática, aunque en realidad es un mecanismo que les permite alimentar sus egos. El disponer los teléfonos a disposición irrestricta de la población, permite entrañar lazos, reflexiones y preocupaciones; es la legitimación de este nuevo rostro del periodismo “CONTESTATARIO”. La población percibe en estos personajes a verdaderos líderes de opinión y no escatiman en atribuirles representatividad e incluso convertirlos en autoridades. El desencanto viene cuando el periodista una vez instalado en el poder pone en evidencia su verdadero perfil, el de ser un oportunista y corrupto más de la política enferma del país. Esta figura es explicada sutilmente por José Luis Vargas en su ensayo mencionado líneas arriba, cuando trata el caso del Hernán fuentes Guzmán, expresidente de la Región Puno, quien utilizó el MICRÓFONO para satisfacer sus aspiraciones políticas. De esto último, podemos reflexionar sobre el papel determinante que jugaron los medios de manipulación en las últimas elecciones municipales, regionales y las elecciones generales. La población se emociona y percibe en los seudoperiodistas a luchadores valientes y sacrificados, que desafían a las autoridades corruptas y que hablan siempre en voz alta. Pero lo interesante del asunto es que no sólo es la percepción del pueblo, sino que muchos seudoperiodistas se alucinan los todopoderosos. Es común escuchar a oyentes fanáticos haciendo apología a sus locutores fundamentalistas, así como denostar contra los otros periodistas (los no incendiarios), tildándolos de comechados, vendidos, mercenarios, amarillos, servilletas, entreguistas, traidores, serviles, corruptos y otras procacidades semejantes que evidencian el grado de apasionamiento de este segmento de la población. Esta relación simbiótica seudoperiodista-pueblo, es una relación irracional, pues sólo conduce a la violencia. Los fanáticos de esta prensa chauchilla, han convertido su participación telefónica en una rutina casi religiosa que, amparados en la libertad de expresión, encausan sus más recónditas represiones. Los también denominados “los llamadores”, incluyen en su CANASTA BÁSICA FAMILIAR un presupuesto exclusivo para llamar a diferentes espacios periodísticos y respaldar a sus FETICHES del MICRÓFONO, convirtiendo su participación en parte de la estructura de los Noticieros de Opinión. Es decir, el “periodismo del terror” es una producción mancomunada e inseparable entre seudoperiodista y población reprimida. Son tan recurrentes los llamadores (población quejosa), que hasta los podemos citar: Sra. Mercedes chura, la Sra. Carmen, Sr. Miguel Ordóñez, Sr. Alberto Ordóñez, Sr. Luis Calderón Lindo, Sr. David Torreblanca, Sr. Miguel ángel, Prof. Nemesio Esquía, Sr. Rosita pozo, la Sra. Gloria, Sra “la pajarita”, etc., etc., etc., todos, acérrimos fanáticos del seudoperiodismo.

 

4. PERFIL DEL SEUDOPERIODISTA

 

Pero, ¿Quiénes son estos personajes que se desviven despertando las pasiones más sombrías del pueblo? ¿Qué intereses motivan al periodismo rojo que los lleva a la construcción del Imaginario Social de violencia? Son, en su mayoría, jóvenes que guiados por convicciones de “justicia social”, de igualdad, de socialismo, o de frustraciones insalvables, incursionan en los medios radiales, donde descargan todas sus represiones, dando lugar a una atmósfera de conspiración permanente. Asimismo estos periodistas al ser la pobreza una constante en nuestra sociedad, son premiados con la sintonía popular, lo que conlleva a ser favorecidos con una vasta publicidad para mantener toda la maquinaria. Es decir, hay una correlación directa entre la audiencia de una emisora y su rentabilidad.

 

Pero para ser un seudoperiodista no basta ser un cultor “del discurso del oprimido”; hay que tener cualidades básicas como capacidad de sugestión, lenguaje claro y sencillo, apasionamiento al momento de inocular opiniones, el sigilo para sazonar las tertulias con “ajos y cebollas”, habilidad con los recursos despectivos(los entreguistas de la derecha, el vendepatria de PPK, el soldadito de plomo Ollanta, la florcita Zegarra, Alan García lengua de trapo, la rana seca Guillen, el marión Cornejo cuervo, los catedráticos mediocres, etc., etc., etc.), y la capacidad para orientar la opinión de la población. Es decir, estos seudoperiodistas saben lo que el pueblo quiere escuchar y lo dicen. De modo que, en nuestro medio, no cualquier hijo de vecino puede ser un seudoperiodista exitoso, se requiere contar con sólidas habilidades retóricas, de formación ideológica definida; aquí no hay lugar para la suerte.

 

Aquellos periodistas que cultivaban con empeño el timbre de su voz buscando modularla para que al hablar tañera afable es cosa del pasado; hoy los seudoperiodistas hacen bulla con gallos incluidos. Lejos quedó aquellos diligentes periodistas que antes de las emisiones preparaban sus guiones y estudiaban la noticia para hablar con propiedad; hoy los seudoperiodistas no hablan, rebuznan cuanta palabra se les cruce por la cabeza, convirtiendo a sus blancos en seres viles y malignos (los de radio la Exitosa). En el recuerdo quedaron aquellos señores periodistas que antes de una sesión informativa se acicalaban cuidadosamente a fin de estar siempre presentables; hoy nuestros seudoperiodistas cogen el Micrófono totalmente descuidados, sin lavarse las manos ni la boca (la mayoría). Es decir, hemos pasado del periodismo formal al periodismo de corral.

 

5. CONDICIONES LABORALES DE LOS SEUDOPERIODISTAS

 

Pero hay una realidad que la mayoría de los fanáticos de estos seudoperiodistas desconoce, que muchos de ellos no perciben remuneración alguna de los propietarios de las emisoras. Existen tres formas de cómo se gana la vida un seudoperiodistas: el primero es un sueldo normal que perciben del medio donde trabajan (generalmente las emisoras grandes como La Exitosa, Las Vegas, Libertad, Melodía); la segunda es el destajo (el periodista sensacionalista consigue publicidad y tiene derecho a dos o tres libres para él y el resto lo comparte con el propietario a un % convenido), y el tercero, el seudoperiodista alquila su espacio dentro de la programación radial en una emisora (los costos varían de acuerdo al Medio, frecuencia y horario, pero la lógica es la misma, el periodista tiene sus auspiciadores que solventan el programa y al equipo periodístico). En el afán de recursearse, muchos seudoperiodistas se conviertan en extorsionadores procaces: despotrican contra autoridades y funcionarios públicos que no los financian, y callan o alaban a autoridades y funcionarios que les pagan. Es así como funciona el patético oficio del periodismo en nuestra sociedad. Aquí no hay lugar para la ética ni la moral, claramente lo señaló el periodista Freddy Rosas Abarca de la edición matutina de Radio Libertad, cuando dijo que “la dignidad no se come”, dando a entender que las palabras del periodista tienen precio. Esto nos lleva a inferir que la calidad de vida del periodista no es el más óptimo; por un lado gozan de la admiración del pueblo, pero por el otro ofertan su dignidad al mejor postor. Esta condición, sumado a la ideología subversiva que cultivan, los convierte en peligrosos.

 

6. PERIODISMO VIOLENTISTA Y DESARROLLO

 

Analizar este aspecto es el más delicado y preocupante del accionar del seudoperiodismo que se practica en nuestra sociedad. Configurar o influir permanentemente en la construcción del imaginario social, indisponiendo a la población frente a las oportunidades de desarrollo puede resultar contraproducente a los intereses de todos. Si bien es cierto, es legítimo que los seudoperiodistas cuestionen el modelo económico, denuncien con pasión encendida las injusticias sociales y corrupción de los gobernantes, esta debe realizarse responsablemente. Y sustento esto porque los seudoperiodistas tienen el síndrome de COMPLEJO DEL NO: no a la minería, no a las inversiones, no a la política, no a todo. La situación empeora cuando en su discurso no proponen ninguna solución, convirtiéndose automáticamente en agentes del subdesarrollo. Tener capturado “lo público”, la conciencia colectiva, mediante la idea del “No se puede” es peligroso. Considero que ha llegado el momento de pensar seriamente en la posibilidad que el Estado regule los Medios de Manipulación del país, de modo que en lugar de restar, sumen a la tarea del desarrollo. De no ocurrir una intervención estratégica del Estado, cualquier intento de implementar políticas económicas, sociales fuera de la lógica de los seudoperiodistas fracasará, porque ya nos quedó claro que ellos controlaran el Imaginario Social, y fomentan la fobia popular contra el progreso. Pero siendo honestos esto es un problema complejo. Tener una clase política corrupta que sólo piensa en NEGOCIAR nuestros patrimonios y robarle al pueblo; contar con un Estado incapacitado para planificar las actividades productivas, regular a las empresas transnacionales (sobre todo a las extractivas), de modo que las inversiones terminen beneficiando a la población y no como sucede hoy que sólo nos dejan pobreza y contaminación, eso sí representa un problema complejo. Mientras exista este Estado corrupto, colateralmente existirán los seudoperiodistas que tendrán el suficiente follaje para sustentar su contagioso “discurso del oprimido”; mientras tanto el desarrollo del país seguirá siendo un sueño.

Lo que está pasando en Espinar (Minera Xtrata), Cajamarca (proyecto Minero Conga) y lo que puede suceder en Arequipa (Tía María), son un ejemplo lucido de lo que venimos sustentando. Los medios de comunicación asaltados por seudoperiodistas están jugando sus propios intereses, ante la ineficiencia de la administración del Estado y la voracidad rapaz de las empresas mineras, exponiendo los intereses del pueblo peruano. Los periodistas de los medios de manipulación señalados líneas arriba hablan abiertamente a la población sobre la necesidad de defender los recursos: “la patria no se vende la patria se defiende”, de luchar por la herencia de la posteridad, etc.

 

A manera de conclusión debo exponer mis coincidencias con el sociólogo José Luis Vargas quien hablando de cómo los medios manipulan la conciencia social, reflexiona y señala que resulta más interesante, excitante e impactante el conflicto, la violencia y la guerra que la paz que es aburrida y carente de imaginación. Vivimos en una sociedad sádica y masoquista, que necesita alimentarse de todo aquello que esté vinculado a la violencia, entre ellas el seudoperiodismo de izquierda, que, ante las circunstancias operan como diría el Nóbel de literatura 2010, Mario Vargas llosa, como el “pez en el agua”.