EL PLACER DEL PODER Y EL HUMALISMO

01.09.2015 14:34

Por Josue Castro     *   Sociólogo y escritor.

 

Cuando se dice que en la política, en la política peruana, no hay coincidencias sino sólo intereses, no debemos restar valor a estas palabras, porque, valgan verdades, tienen su asidero en la realidad política del Perú. Frases así deberían ser puertas de reflexión que nos permitan indagar sobre la conducta de aquellos que ejercen la política y viven de ella, y no como lamentablemente ocurre en la mayoría de personas que prefieren optar por la indiferencia, consolándose en la idea de que la gente honesta no se mete en Política.

 

En las elecciones generales del 2011, tuve la oportunidad de observar la campaña electoral de los cándidos al congreso por Arequipa desde un asiento en primera fila. Para ese entonces ya tenía la suficiente cancha como para analizar el proceso político, puesto que desde el año 2006 venía desarrollándome en el cenagoso submundo del periodismo. Cada pose, cada movida, cada globo de ensayo utilizado para pulsear al electorado, todo fue reflexionado.

 

EL PLACER DE LA POLÍTICA

El suceso más traumático lo protagonizó, sin duda, el denominado “CLAN SOLÓRZANO”, título asignado a una familia afortunada cuyo éxito abriga oscuros secretos. Por aquel entonces un medio de comunicación intento aproximarnos al perfil de esta estirpe: “En Arequipa existe un personaje famoso en el mundo de la prostitución conocido como la ‘Tía Pocha’, a quien sindican como la dueña de la mayor cantidad de prostíbulos ubicados en la Variante de Uchumayo. Eso no llamaría la atención si no fuera por la estrecha vinculación que tendría este personaje con Ana María Solórzano Flores, la N° 1 por Gana Perú”, así informó PERÚ 21. Como respuesta a este destape, los Solórzano movilizaron todos sus recursos para lavarse la cara, victimizarse y ganarse algunos puntos. Fue tal el dinero que movilizaron los Solórzano, que a la entonces candidata al congreso, Ana María Solórzano, ya no se le podía tocarla ni con el pétalo de una rosa. Algunos propietarios de medios de comunicación y no pocos directores de los noticiarios consideraron una falta morder la mano que les daba de comer y decidieron cerrar filas para blindar a la nueva vaca sagrada; los periodistas que osaron cuestionarla simplemente fueron cesados.

 

Pero en las entrañas del Humalismo se dejó oír un ronroneo sobre el cual nadie se atrevía a elevar la voz. El murmullo daba cuenta que la información revelada por Perú 21 era veraz, y no sólo eso, sino que se dejaba suelta la idea de que los Solórzano forjaron su empresa TRALEX S.C.R LTDA, a base de la “industria del placer”. A pesar que muchos Humalistas disentían con los Solórzano porque no los reconocían como nacionalistas, tuvieron que hacerse los de la vista gorda y voltear la página antes que el escandalo fuera a perjudicar la carrera electoral de Ollanta Humala, aún en curso. Ante este exabrupto, la reacción  calculada de los Solórzano les rindió gratos resultados; Ana María Solórzano fue la candidata con mayor votación en la región de Arequipa.

 

DURMIÉNDOSE EN SUS LAURELES

Después de las elecciones de la primera ronda del 03 de abril, y conocido la victoria de los candidatos al congreso, tal como suele suceder, estos se desentendieron de la campaña electoral de la segunda vuelta y se fueron a dormir a sus laureles. Por su parte la dirigencia humalista se disputaba los cargos y se desesperaban por figurar para ganarse la simpatía de la militancia, olvidándose por completo de la campaña en curso. Cuando esta noticia llegó a los oídos de Ollanta Humala y sus principales se llenaron de zozobra. Desde Lima se delegó a Luis Aliaga para reorganizar el partido en la zona sur, pero no funcionó.

 

Para ese entonces yo trabajaba en el noticiero matutino de RADIO POPULAR, 1470 AM, acompañando al periodista Roberto Cavero Astete, quien, además, había sido el jefe de campaña de Ana María Solórzano. Roberto cavero que tenía la administración de esta emisora, la convirtió en un bastión del humalismo. Cada sesión noticiosa se convirtió en verdaderos mítines humalistas, donde se derrochaba “patriotismo sin medida”.

 

Cierta mañana, cuando faltaba aproximadamente 01 mes para las elecciones de la segunda ronda del 05 de junio, el periodista Roberto cavero se ausentó del noticiero sin motivo aparente. Normalmente él no solía faltar. Supuse que debía de haber una razón de peso que justificara su ausencia, y sí que la había. El día siguiente en la edición noticiosa, ya con Roberto Cavero en la dirección del noticiero, me pareció notarlo más motivado, más apasionado en la defensa del humalismo. Naturalmente me llamó la atención su actitud y quise saber la razón de tan extraño cambio. Pero lo que yo ignoraba era que Roberto comía ansias por gritar a los cuatro vientos el romance que lo embargaba.

 

COQUETEANDO CON EL PODER

Roberto nos confesó que se habían reunido con el mismo Ollanta. Dos días antes Ollanta Humala había llamado a Félix Alejandro Solórzano Ávila, padre de Ana María Solórzano, para una reunión de emergencia en Lima. Este acudió a la reunión con su hombre de confianza, Roberto cavero. Montaron el primer avión a la Capital. Según contó Roberto cavero, por lo delicado del asunto, la reunión se celebró entre gallos y medianoche.

 

Estoy desesperado y no sé hacer, dijo Ollanta Humala. Me quieren joder y no me van a dejar ser presidente. Estamos tan cerca. Quiero ser presidente. En Arequipa no confió en nadie, esos (responsables) sólo se dedican a pelearse por los cargos y no hacen el trabajo de campaña. Ayúdame, la campaña es dinero y tú lo tienes”, suplicó casi sollozando el entonces candidato Ollanta Humala. (Parafraseo de palabras, según refirió Roberto Cavero)

 

Ollanta hizo los ofrecimientos del caso y declaró lo agradecido que se mostraría de llegar al poder, y Félix Solórzano quedó complacido. ¿Qué cosas negociaron? Eso es algo muy intimo. De esa forma se selló el pacto entre ellos, pacto que transformaría sus suertes radicalmente. En ese momento se dibujó una sonrisa en el rostro de Ollanta, se abrazaron y se despidieron fraternalmente. Hoy me pregunto para mis adentros, ¿Nadine Heredia habrá registrado en sus famosas agendas este negociado?

 

¿Te imaginas si Ollanta me diera una sola carretera (obra)?”, me preguntó suspirando Roberto cavero. En ese momento pude observar un brillo en sus ojos, ese brillo inequívoco de la ilusión.

Ese mismo día Félix Alejandro Solórzano empezó a desembolsar miles de miles de soles para pagar la publicidad en todos los medios de comunicación: emisoras, televisión, prensa y en afiches, todo, sin escatimar en gastos. El mismo Roberto cavero se encargó de esta diligencia. Fue una campaña publicitaria brutal y sin precedentes.

 

Pero eso no fue todo, la organización del partido Gana Perú también fue estremecida. Por disposición del mismo Ollanta, la coordinación de toda la campaña electoral en Arequipa era asumida por la reciente congresista electa, Ana María Solórzano. Claro que en un primer momento esta imposición fue rechazada por los nacionalistas, ya que la mayoría la consideraba una intrusa oportunista; pero al final todos tuvieron que aceptar que en la politiqueria manda el que pone la plata.

 

LOS SOLÓRZANO, UNA FAMILIA CON SUERTE

En esas condiciones se dieron las elecciones de la segunda vuelta del 05 de junio, que dio como ganador a Ollanta Humala. Con este suceso los Solórzano pasaron de ser simples mortales a ser semidioses, y se apoderaron del partido Gana Perú. Pronto no se halló lugar para la gente honesta dentro del humalismo: comenzaron las divisiones y todo quedó zanjado. En lo sucesivo los Solórzano manejaron a su antojo el Partido, negociando las gubernaturas y los puestos laborales entre sus familiares y simpatizantes, según se denunció en un medio de comunicación (semanario “Ahora Sí”).

 

Con el curso de los años, ya todos en su lugar, el recuerdo de aquel negociado se disolvió en mi mente; pero, cuando Ana María Solórzano fue propuesta por Nadine Heredia para ocupar la mesa directiva del congreso, me acordé de los compromisos que Ollanta le había prodigado al padre de la beneficiada. Todo ese tiempo Ana María Solórzano era sobreexpuesta de forma innecesaria en casi todos los actos públicos del presidente y de la primera dama. Estaba claro que había un vínculo muy estrecho entre ellos. ¡Era tan evidente...! ¿Cómo era posible que una congresista sin mérito ni capacidad alguna, con evidentes limitaciones, pudiese ser propuesta para ocupar semejante envestidura? Su elección fue una profanación a la majestad del congreso. Entendí que Ollanta Humala estaba cumpliendo parte del NEGOCIADO que se arrastraba desde la campaña electoral.

 

Considerando la extrovertida gratitud de Ollanta Humala y su proximidad con el “CLAN SOLÓRZANO”, la spregunta sse caen de maduras: “¿Si de día Ollanta paga sus deudas de forma tan grosera, que no hará de noche?” ¿De qué formas más Ollanta  Humala estará devolviendo los aportes económicos de los Solórzano? ¿Acaso será mediante licitaciones de obras? Estoy seguro que allí hay mucha papa que escarbar, muchos negociados. La PRENSA debería dedicarle un poco de atención a las empresas de los Solórzano, ya que la suerte de esta familia es evidente, y viven en carne propia los efectos de la gran transformación del humalismo.